Después de 15 años, tuvimos que cerrar Mordisco para empezar un nuevo proyecto en el mismo edificio: Hotel OMM. Pasaron 4 años buscando el espacio que pudiera ocupar el vacío que dejó el primer local.
Finalmente encontramos la casa donde actualmente se encuentra Mordisco.
Pepe Cortés y mi hija Sandra Tarruella diseñaron el segundo local en el Passatge de la Concepció con la idea de comer en un jardín en el centro de la ciudad.